martes, 10 de enero de 2012

ORIGEN DE LAS PALABRAS

abracadabra

Esta palabra cabalística apareció hacia el siglo II de nuestra era, inscrita en amuletos, y se creía que poseía ciertas cualidades mágicas. El nombre se tomó de la palabra griega abraxas, que designaba un amuleto en el cual el término latino abracadabra aparecía once veces, cada vez con una letra menos hasta terminar con una a.

El uso de estos amuletos era común en la secta dualista de los gnósticos —creían en un dios y un demonio igualmente poderosos—, que pensaban que la salvación podía ser obtenida mediante el conocimiento esotérico, al que llamaban gnosis. Esta secta fue fundada en el siglo II por Basílides, un profesor de la Universidad de Alejandría, quien postulaba la existencia de Abraxas, un ser que él vinculaba al culto al Sol. A las siete letras griegas de
abraxas se les atribuían números, cuya suma arrojaba un total de 365, la cantidad de días que la Tierra tarda en recorrer su órbita.

Esta etimología de
abracadabra es la que suscribe la Real Academia Española en su Diccionario. Sin embargo, no debe desdeñarse la opinión de etimólogos ingleses que señalan que el vocablo latino se puede haber originado en la expresión aramea abhadda kedabrah, que significa 'desintégrate (un mal o una enfermedad) como esta palabra'.

adefesio

Adefesio se deriva de la antigua locución adverbial ad Efesios, que proviene, a su vez, de las palabras latinas ad Ephesios 'a los habitantes de Éfeso', nombre de una epístola de san Pablo en la que se aludía a las penalidades sufridas por el santo durante su peregrinación a esa ciudad del Asia Menor.

Durante el tiempo que permaneció en Éfeso, san Pablo corrió serios peligros y en una ocasión estuvo a punto de ser asesinado por el populacho, incitado por mercaderes que vivían del culto a Diana Artemisa. El Diccionario histórico de la Real Academia se hizo eco de una leyenda etimológica: un sacerdote iba a leer una de las epístolas a los corintios, pero tomó, por error, la que san Pablo había dirigido a los efesios. Según esta creencia, hoy descartada, ésa es la razón por la cual las afirmaciones equivocadas se llaman
adefesios.

agorafobia

Se llama así el temor patológico a los espacios abiertos o, en forma más general, a los lugares donde no se puede recibir ayuda. La agorafobia se vincula también al temor a los ataques de pánico, es decir, se trata de una especie de 'miedo al miedo'.

Entre los griegos, el lugar abierto por excelencia era el
ágora, la plaza pública donde se reunía la asamblea del pueblo, la ekklesia. Ágora provenía del indoeuropeo ger-l, que también dio lugar a voces como alegoría, categoría y panegírico. En agorafobia, ágora aparece unida a -fobia, del griego phobos 'miedo'.

La raíz indoeuropea estaba vinculada a la forma
gre-g- de la que surgió el vocablo latín grex 'rebaño'. (Ver otras derivaciones de grex en agregar)

palinodia

Se llama así la retractación pública de algo que se había afirmado anteriormente. En tiempos de la Inquisición, se decía de aquellos que se arrepentían de alguna herejía que 'cantaban la palinodia', esto es, que se desdecían y negaban lo que habían afirmado antes.

También se llaman palinodia los escritos y obras literarias cuyos autores se retractan de una opinión o de un punto de vista que habían sostenido en algún trabajo publicado antes.

El primer ejemplo histórico de palinodia como subgénero literario corresponde al poeta griego Estesícoro, que vivió entre los siglos VII y VI a. de C. Estesícoro había afirmado en un poema que la única culpable de la guerra de Troya había sido Helena, la mujer de Menelao, pero fue obligado a escribir una palinodia para congraciarse con los espartanos, que la veneraban.

La palabra se formó a partir del griego
palin (otra vez) y oidé (canción, poema). Oidé también está en otras palabras de nuestra lengua, como oda y tragedia.

MI APOSTILLA: En el inicio de este nuevo año bisiesto, 2012, (366 días), les deseo a todos mis fieles lectores que Dios los bendiga en abundancia y a mí también. Aunque tengo mucha tinta, ya se me acabó el papel, gracias por leerme.

Frase de la semana: nascuntum poetae, fiunt oratores

«Los poetas nacen, los oradores se hacen». En otras palabras, la elocuencia es hija de la experiencia, mientras la poesía lo es de la Naturaleza.

Desde Tisingal y todos mis refugios idiomáticos, en especial este; se despide en Cristo, su averiguática amiga, trabajadora del lenguaje y por la cultura hondureña, VILCAST


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