domingo, 12 de junio de 2011

Precuela

Esta palabra “precuela”, la tomé prestada del vocabulario de nuestro compañero Abraham Espinoza, periodista y crítico del séptimo arte, el cine, en Canal TEN y las revistas Hablemos Claro y HCFinanciera; ya que al corregir uno de sus escritos me llamó la atención este neologismo copiado del inglés “prequel”, y que aún no lo ha aceptado la Real Academia Española. Con la magia de la tecnología, los invito a leer el siguiente contexto tomado de la Internet, sitio Wikipedia.

Se llama precuela, protosecuela o, más raramente, presecuela a una obra, ya sea una película, historieta, serie de televisión, videojuego, novela, etc., creada después de una entrega original que tuvo éxito, pero cuya referencia cronológica se sitúa en el pasado, generalmente desvelando las causas o los orígenes del argumento de la primera entrega. Ninguno de los tres términos aparece registrado en el DRAE.

Ejemplos

A modo de ejemplo, en la conocida serie cinematográfica que comenzó con La guerra de las galaxias (Star Wars: Episode IV - A New Hope, George Lucas, 1977), La amenaza fantasma (The Phantom Menace, George Lucas, 1999) es una precuela, ya que en cuanto a su producción y comercialización es una secuela.[1] El cine viene recurriendo a este tipo de películas al menos desde 1948, cuando se adaptó Another part of the Forest, una obra de teatro de 1946 que narraba los antecedentes de La loba (obra de 1939 llevada al cine en 1941).

Otro caso de precuela es el de la serie de televisión Las aventuras del joven Indiana Jones (donde se narran hechos de su infancia y juventud), realizada después de las tres primeras películas de dicho personaje.

Otros conocidos ejemplos de protosecuelas son las historietas de Superboy[1] (iniciadas en 1944) y la serie de televisión Smallville (creada en 2001), que narran la juventud de Superman, personaje creado en 1938, o la novela Hannibal: El origen del mal de Thomas Harris (publicada en 2006 y que cuenta la infancia y juventud de Hannibal Lecter, personaje que ya había aparecido en otras novelas del escritor).

Estas obras que narran los antecedentes de otras pueden ser creadas por los mismos autores de la entrega original, o por otros. Por ejemplo, el ciclo de relatos de la Fundación iniciado por Isaac Asimov en 1944 cuenta con presecuelas del propio Asimov (como Preludio a la Fundación, de 1988) y de otros novelistas (como El triunfo de la Fundación, de David Brin, de 1999).

Terminología

La palabra precuela es un neologismo copiado del inglés prequel (término que apareció impreso ya en 1958 en un artículo de Anthony Boucher en The Magazine of Fantasy & Science Fiction, según el Oxford English Dictionary). Secuela deriva del latín sequela, y ésta a su vez del verbo sequor, ‘seguir’, no existiendo en esta lengua el término prequela ni un verbo prequor. Para el castellano o español se han propuesto también los términos presecuela, de pre- (lat. prae), ‘antes’) y secuela (a su vez del latín sequela, secuela) y protosecuela, de proto- (gr. πρωτο; el primero, el principal, etc.) Ninguno de los tres términos aparece en el Diccionario de la Real Academia Española (que tampoco registra la acepción de secuela como obra de ficción). La construcción de protosecuela y presecuela sigue un mecanismo habitual en la lengua española, aunque el significado que se desprendería de sus componentes no se corresponde exactamente con el fenómeno referido: protosecuela o presecuela, significarían 'primera secuela' o 'lo anterior a la secuela', cuando en realidad lo característico de estas producciones es que narran los hechos anteriores a una historia y no a sus secuelas.

MIS CULTOS LECTORES: Quedan entonces enterados de estos tres conceptos utilizados por nuestros críticos del séptimo arte: precuela, presecuela y protosecuela, términos que aún no los ha aceptado la mamá del diccionario, la Real Academia Española.


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